
PRIMER ALBINO EN CRUZAR EL ESTRECHO DE GIBRALTAR
El atleta paralímpico catalán Daniel Llambrich entrena con 3 atletas más en Barcelona para cruzar nadando el Estrecho de Gibraltar en junio
Este peligroso reto quiere poner de relieve el drama de los refugiados que diariamente intentan cruzar el Estrecho huyendo del hambre y la guerra.
Febrero, 2017
Desde hace meses, el deportista paralímpico Daniel Llambrich entrena duramente y de forma regular en Barcelona con sus compañeros de equipo con la voluntad de convertirse en el primer albino de la historia en cruzar el Estrecho de Gibraltar a nado. Llambrich, que siempre ha trabajado muy duro para superarse, se plantea este gran reto en el 25 aniversario de los JJOO de Barcelona, en los que obtuvo una medalla de bronce en los 400 metros libres de natación.
El deportista, que sufre una discapacidad visual del 90%, asume este desafío junto a tres deportistas amateurs: Arnau Rueda, Iván Hidalgo y Pol Bremón. Los cuatro miembros del equipo forman parte del club triatlón Fasttriatlon.
20 años como deportista de élite
El paratriatleta Daniel Llambrich ha sido considerado deportista de élite durante casi dos décadas. Comenzó su carrera deportiva como miembro de la Selección Española de Natación de Ciegos y Deficientes Visuales (FEDC).
En los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 obtuvo su primera medalla de natación, un bronce en los 400m libres. Después de aquella fecha histórica, Llambrich ha participado en 4 ediciones más de los JJOO, (5 participaciones en total), ha obtenido 7 medallas en los Mundiales de natación y ha sido dos veces campeón Mundial de acuatlón en Londres 2013 y Chicago 2015.
Llambrich, nacido en L’Hospitalet de Llobregat y residente en Barcelona, a sus 41 años, casado y con una hija, quiere dar un paso más allá y demostrar que su discapacidad no le impide asumir un reto tan ambicioso y extremo como el de cruzar el Estrecho de Gibraltar.
El albinismo, genética y destino
Las personas albinas tienen una ausencia congénita de pigmentación (melanina) en ojos, piel y pelo. En las personas no-albinas, los melancitos transforman el aminoácido tirosina en la sustancia conocida como melanina. Esta se distribuye por todo el cuerpo, dando color y protección a la piel, el pelo y los iris. Cuando el cuerpo es incapaz de producir o distribuir esta sustancia, se produce la hipopigmentación, conocida como albinismo. La melanina se sintetiza tras una serie de reacciones enzimáticas (ruta metabólica) por las que se produce la transformación del mencionado aminoácido en melanina por acción de la enzima tirosinasa.
Esta discapacidad que aparentemente puede parecer leve, en realidad significa que Daniel no puede hacer vida normal. Sufre una discapacidad visual severa, con una visión de sólo el 10%. A este hecho se añade su total desprotección contra el sol, un grave problema en una travesía como la que se plantea hacer en pleno mes de junio.
Los peligros de este reto
Aunque la distancia más corta (14,4km) para cruzar el Estrecho de Gibraltar es desde la Punta de Oliveros (España) hasta Punta Cires (Marruecos), lo cierto es que por las características de este paso no es el itinerario más adecuado para cruzar a nado. De hecho, la mayoría de intentos se realizan desde la isla de Tarifa y hasta las proximidades de Punta Cires, donde la distancia oscila entre los 18,5 km y los 22 km, lo que supone entre 4 y 7 horas nadando. Esto se debe a la influencia de los fuertes corrientes marinas que dominan el Estrecho y que pueden llegar a los 5,5 km / hora.
Durante la travesía, se cruzan zonas de 1000 metros de profundidad con unas corrientes de intensidades, temperaturas y salinidades muy diversas, lo que dificulta el reto.
Otro factor importante a tener en cuenta es el tráfico de barcos de mercancías. El Estrecho de Gibraltar es una de las avenidas marítimas más transitadas del mundo, con más de 300 buques diarios contabilizados; sin contar con los ferris y las embarcaciones deportivas y de pesca. Esta alta densidad de tráfico marítimo es un grave peligro para los nadadores, como también lo son las olas que levantan, que añaden aún más dificultades a los nadadores.
Objetivo
Los cuatro miembros que conforman el equipo buscan dar a conocer su reto porque, como apasionados que son del mar, los rompe el alma ver como el mar Mediterráneo se ha convertido, desde hace años, en un peregrinaje de embarcaciones. Barcazas llenas de niños, mujeres y hombres que huyen del hambre y el horror y se lanzan a la mar con la esperanza de llegar a tierras europeas con vida y poder construir un futuro mejor, que demasiadas veces no es cierto.
Si desea ponerse en contacto con Daniel Llambrich y su equipo para concertar entrevistas o para más información puede hacerlo en:
Mail: estrechopadi2017@gmail.com
Tlf: 669795441
Biografías de los otros miembros del equipo
Pol Bremón, de 50 años, es gallego de nacimiento pero catalán de adopción. Es nieto de nadadores. Apasionado del deporte en general, descubrió la modalidad de triatlón por casualidad hace dos años y disfrutar de la natación en aguas abiertas.
Iván Hidalgo, de 34 años, de San Boi del Llobregat es ingeniero informático. Desde pequeño sintió una gran atracción hacia el deporte, practicó gimnasia artística, natación, rugby, tenis y sobre todo fútbol. Una lesión grave en el tobillo lo obligó a separarse temporalmente de esta pasión. Tras unos años de inactividad descubrió que el triatlón le permitía seguir disfrutando del deporte, especialmente la natación.
Arnau Rueda, 41 años, ingeniero civil de Barcelona, autónomo en busca de nuevos proyectos. Amante de la montaña, practicó la escalada durante más de 15 años, es un enamorado del buceo y de correr maratones y sobre todo le apasiona nadar en el mar. Se inició en el mundo de los triatlones hace poco más de dos años. Disfruta compartiendo sus sueños con los demás compañeros.